Wenoo..., confieso que exagero, pues no es tanto horror...porque ahora que lo pienso, convertirme en hombre lobo no es nada malo y, si examinamos ciertos hábitos de mi vida, se puede decir que era un final previsible...
Seguro que los que me conocen bien estarán empezando a recordar y habrán llegado a la misma conclusión que yo: lo raro es que le quede algo de hombre...jejeje
Para los que no me conocen tan bien, explicaré esas costumbres tan "normales" para los que aullamos a la luna:
- Soy carnívoro en cantidades industriales y la carne me gusta, desde siempre, POCO hecha.
- Además, ahora ya sé porqué siempre se me olvida utilizar cubiertos para devorar muslos,pechugas, filetes,un buen chuletón...mmm...ese primer mordisco que llena mi bocaza de sangre...(os recuerdo q me gusta la carne POCO hecha).
- Otro dato que confirma mi sospecha es que gruño e incluso muerdo si algo o alguien se acerca lo más mínimo a mi plato mientras toy papeando. Algún amigo aprendió (a base d puntos y vendas) q si kiere la sal,q está a mi lado, es mejor pedírmela q intentar cogerla alargando el brazo por encima de mi comida...GRRRRR
- Como to2 sospecháis ya, la luna llena influye en mi comportamiento de forma espectacular y radical, además de ponerme en un celo bestial (nunca mejor dicho), q voy + salido que 1divorciado x las playas de Ibiza.
- Ahora os vais a reir, pero acabo de comprender mi obsesión x disfrazarme,en Carnavales, de lobo vestido como una abuelita...Era normal, lo llevaba en la sangre...aunque el travestismo viejuno no tiene explicación y me está preocupando :-O
TAA TATACHAN TAN TANCHAN TAA TATACHAN TATACHAN TANCHAN
(redobles d un tambor, q era de elaboración casera y con material "reciclado" de presupuesto subterráneo...)
¡¡¡ME ENCANTAN LAS "LOBAS"!!! :-D AAUUUUUU
(más tarde o mañana os contaré el final de la historieta) ;-)
Supongo que es de coña...
ResponderEliminarPorque, además, la luna llena influye en los humanos, pero se introdujo en las novelas como influencia sobrenatural con el fin de provocar mayor atracción.